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viernes, 29 de abril de 2011

Prosa para un Amigo


Dejadme que llore por ti, por mi,
por todos los que amo y no están aquí.
Dejad que mis lágrimas laven mi alma
mientras te recuerdo para verte partir libre.

Ojala mi abrazo pueda acompañarte y embujar tus alas,
y en el vuelo de las aves te pierdas
en las nubes. Dejadme que extraiga como de
una guitarra una melodía profunda y valiosa
la imagen de tus anteojos reflejando el sol
y de tu risa ejecutando una guitarra.

Y que así me devuelva los instantes de gracia
y amistad que me diste. Eres oro puro brillando
entre la bruma del tiempo al pasar.

Amigo mio, a partir de hoy Dios y los ángeles
tendrán el privilegio en escucharte cantar..